Volviendo al discurso del evangelista san Mateo, que nos habla de un hecho que manifiesta nuevamente el poder divino del Senor Jesus, caminando sobre las aguas, lo cual trae sorpresa y temor a los discipulos que habian estado navegando en un bote sacudido por las aguas del mar de Galilea.
Debe haber sido una experiencia muy singular para los discipulos, que estaban acostumbrados a los milagros del Senor, pero verlo caminando sobre las aguas de un mar turbulento, era otra cosa. Sin embargo, recuperando la sorpresa, Pedro pide tambien caminar sobre las aguas, lo cual no sucede, pues el hombre no es capaz de ello.
Sabemos que Dios todo lo puede, pero nosotros, simples creaturas del Senor, nunca podremos equipararnos con el, sino solamente aspirar a hacer algo bueno en su nombre, conocer nuestros limites y finalmente adorarlo siempre a el y a nadie mas.