El Senor ha enviado a sus discipulos a predicar el Evangelio, pero tambien les ha prevenido en cuanto a los desafios que esta mision encara, incluso la violencia del mundo: no tengan miedo a los que pueden matar el cuerpo, pero no pueden destruir el alma; es decir, formarlos en una conciencia de afrontar todo incluso el peligro.
Poco a poco, la confianza de sus dicipulos en le Maestro ira creciendo, a tal punto de no solo no tener miedo, sino de enfrentarse con el mundo, cueste lo que costara, lo cual significa que es el espiritu del Senor el que mora en ellos y les sostiene en todo momento, de manera especial cuando tienen que enfrentar los peligros del mundo.
Que todos los cristianos tengamos siempre el coraje de predicar el Evangelio sin miedo no verguenza, de tal manera que el mandato del Senor sea cumplido en todo tiempo y lugar, hasta el dia en que el Senor vuelva para establecer su reino.